La presencia de dolor se asocia con frecuencia a cambios en los sistemas metabólico, inmunológico y neuroendocrino, además de alteraciones en la función de diferentes órganos (sobre todo pulmón y corazón).

Ello se debe a que todo estímulo asociado a una lesión o amenaza de lesión tisular induce una respuesta coordinada de defensa en la que están involucrados el sistema nervioso, el sistema endocrino y el sistema inmunológico. De esta manera, aunque estos sistemas operan y responden a los factores estresantes de manera independiente, hay un proceso dinámico de intercambio constante de mensajes a través del sistema nervioso autónomo y/o a través de la circulación sistémica que permite su conectividad

La fisiología del dolor implica la activación y el desarrollo de una respuesta biológica  conjunta que incluye diversos sistemas como  el sistema nervioso, el sistema endocrino y el sistema inmunológico.

 

Figura 1. Conectividad entre los sistemas nervioso, endocrino e inmunológico .  Los sistema nervioso, el sistema endocrino y el sistema inmunológico se comunican dinámicamente utilizando el lenguaje de sustancias químicas comunes, como se indica en el centro de la figura. Los elementos principales del lenguaje son péptidos, hormonas, neurotransmisores, citoquinas y endocannabinoides. Estas sustancias son pleiotrópicas porque ejercen diferentes efectos según el contexto (p. Ej., fase y ubicación). La circulación, difusión y migración son algunos de los procesos de transmisión de información. La circulación sistémica y el sistema nervioso autónomo son otros vehículos de transmisión de información. Debido a que los sistemas nervioso, endocrino e inmunológico tienen una comunicación recíproca constante, tienden a reaccionar ante un factor estresante de una manera orquestada, como una sola unidad

 

Este apartado proporciona información sobre cuáles son las repercusiones del dolor  agudo – en especial el dolor postoperatorio -  y el dolor crónico

 

 

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