- La primera gran responsabilidad del profesional sanitario es la calidad de los cuidados clínicos en los pacientes a los que presta sus servicios. Debido a que la calidad en los servicios sanitarios se define como el “nivel en el que el servicio sanitario mejora la posibilidad de buenos resultados clínicos de los pacientes, en función del conocimiento profesional disponible”[i], se ha de intentar dar respuesta a las cuestiones organizativas que plantea el tratamiento del dolor en el medio sanitario.Una de ellas, la Joint Commission on Accreditation of Healthcare Organizations (JCAHO - http://www.jcaho.org- ), entidad dedicada a la acreditación de la calidad de los centros sanitarios en los Estados Unidos, publicó una serie de estándares para mejorar el evaluación y tratamiento del dolor que se realiza en los hospitales. Algunos conceptos fundamentales son: 1) Reconocer el derecho de los pacientes a ser asesorados sobre el dolor ; 2) Promover un enfoque colaborador y multidisciplinario en el que participen todos los miembros del equipo sanitario, así como el paciente y la familia, en los casos adecuados; 3) Registrar los resultados de la evaluación de forma que facilite la revaloración y el seguimiento periódicos; 4) Determinar y asegurar la competencia del personal sanitario para la evaluación y el tratamiento del dolor; 5) Establecer políticas y procedimientos que apoyen la prescripción adecuada de medicamentos efectivos contra el dolor; 5) Instruir a los pacientes y sus familias acerca del tratamiento efectivo del dolor, y abordar las necesidades de tratamiento sintomático de los pacientes en la planificación del alta hospitalaria. Asimismo, estableció una serie de recomendaciones sobre cómo institucionalizar el tratamiento del dolor
- Para dar respuesta a las preguntas y problemas con los que se enfrenta el personal sanitario a la hora de cumplir los estándares del dolor formulados por organizaciones como la JCAHO . En este sentido, propugna la adaptación de los sistemas de gestión de calidad de nuestras unidades a la norma UNE-EN-ISO 9001:2015 al considerar la gestión del dolor como un proceso que incluye la medición y el análisis periódico de sus resultados. Para ello da información sobre los pasos seguidos para su consecución y las herramientas utilizadas para coordinar un “conjunto de actividades mutuamente relacionadas o que interactúan, las cuales transforman elementos de entrada en resultados” y asegurar el cumplimiento de los estándares y especificaciones técnicas que requiere el manejo del dolor postoperatorio. También aclara aquellas cuestiones surgidas durante la implantación y validación de este nuevo modelo asistencial.
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A pesar que la certificación ISO no garantiza de forma inedulible la adecuación técnica ni tiene especialmente en cuenta el carácter de salud pública ha permitido a nuestra organización la búsqueda de la satisfacción del cliente y la mejora continua a través de cuatro criterios básicos más acordes al régimen interno de un hospital: 1) la responsabilidad de la Dirección, 2) la gestión de recursos, 3) la realización del Producto, y 4) la medición, análisis y mejora de la organización en la gestión del dolor.
[i] Definición dada por el Institute of Medicine of the National Academies (IOM ) . http://iom.nationalacademies.org/
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A la hora de considerar la gestión del dolor hemos de tener presente que la primera gran responsabilidad es la calidad de los cuidados clínicos de los pacientes que presentan dolor . A lo largo de la historia, el concepto de Calidad ha sufrido una gran evolución, se ha pasado del enfoque del “control de la Calidad” al de “gestión de la Calidad” .Así, en sus inicios, los artesanos entendían la Calidad como la realización de una determinada tarea o función de forma correcta que evitara resultados no esperado. Dicho en otras palabras, la Calidad dependía de las propias personas que realizaban dicha actividad, el artesano podía decidir cuánto tiempo le dedicaba a producir una pieza, según su propio criterio de calidad. Actualmente, este concepto se ha vinculado a la figura del cliente. En consecuencia, la Gestión de la Calidad en las organizaciones se entiende como el conjunto de actividades encaminadas a lograr la satisfacción de las expectativas del cliente entendiendo como tal a quien accede a los recursos, productos o servicios de dicha organización. Para ello es necesario identificar quiénes son, qué es lo que necesitan, y establecer las medidas necesarias para su satisfacción a través del sistema de Gestión. Este apartado nos introduce en el concepto de Sistema de Gestión de la Calidad para posteriormente enumerar los objetivos , los beneficios, los riesgos y las implicaciones que se derivan de su implementación . La finalidad es convencer al lector que es una forma trabajar que permite a una organización lograr sus objetivos, agregar valor a sus productos y servicios, satisfacer a sus clientes y con ello desarrolllar y mantener ventajas

A la hora de realizar una GESTIÓN DEL DOLOR hemos de tener presente que la primera gran responsabilidad es la calidad de los cuidados clínicos de los pacientes que presentan dolor . No obstante, su implementación se ve dificultada por la gran variabilidad entre los centros hospitalarios en su tamaño, complejidad, volumen de procedimientos y población de pacientes. Tanto es así que aún no está definido el modelo sanitario de atención al con un mejor relación coste-beneficio. Este capítulo repasa los modelos en la gestión del dolor y los ámbitos de mejora necesarios para su implantación. Un modelo es un bosquejo que representa un conjunto real con cierto grado de precisión y en la forma más completa posible, pero sin pretender aportar una réplica de lo que existe en la realidad. Los modelos son muy útiles para describir, explicar o comprender mejor la realidad, cuando es imposible trabajar directamente en la realidad en sí.

Existen diversos métodos para implementar los sistemas de gestión de la calidad. No obstante, en la práctica clínica es necesario utilizar herramientas propias teniendo en cuenta el contexto laboral, sociocultural y político, ya que estas dimensiones determinan el enfoque gerencial para la calidad de la organización. Por otra parte, el tratamiento del dolor representa un desafío por implicar un conjunto de actividades de naturaleza transversal que deben integrarse en la dinámica general de los hospitales facilitando la labor de otros servicios. Más aún , las tomas de decisiones suelen ser variables debido , no sólo a la falta de recomendaciones basadas en la medicina basada en la evidencia , si no a la variabilidad entre el personal sanitario para abordar el control del dolor, ya sea por la incertidumbre en observaciones, percepciones, razonamientos , intervenciones y estilos de práctica, ya sea por la falta de conocimiento en la forma de valoración, recursos o estrategias terapéuticas existentes en nuestro centro. A la vista de estos factores es conveniente establecer normas de decisión, desarrolladas por los propios profesionales basándose en sus experiencias conjuntas y en los conocimientos actuales. De esta forma es fácil construir un marco de referencia que permita evaluar el dolor y actuar de forma análoga ante casos semejantes en nuestra unidad de dolor. En este sentido, la gestión por procesos es una buena herramienta al permitir: 1) reducir la variabilidad innecesaria y eliminar las ineficiencias asociadas a la repetición de actividades (ejm: tratamientos de dolor, consumo inapropiado de recursos, etc ); 2) facilitar a los profesionales asumir responsabilidades en el ámbito de actuación de su proceso; 3) facilitar la coordinación entre los diferentes procesos de cualquier organización al normalizar la actuación y transferencia de información de todas las personas que participan en ella , garantizando eficiencia, efectividad y calidad del servicio; 4) definir una estructura de indicadores que permita verificar la eficacia y eficiencia conseguidas y detector las oportunidades de mejora

El desarrollo de un MODELO DE GESTIÓN DEL DOLOR debe de seguir una estrategia individualizada, establecida a partir de una reflexión sobre la situación de control del dolor y de las características intrínsecas de gestión, asistencia e investigación de cada centro hospitalario . Por otra parte, es una condición indispensable que el plan de calidad no se sienta como algo impuesto sino que crezca desde el seno de los servicios y se considere como un valor añadido. Por ello, es obligado disponer de un equipo de trabajo y un sistema de información que apoye la recogida, almacenamiento, procesamiento y salida de los datos relevantes para nuestro sistema. También de un programa de auditorías que evalúe la mejora continua .

El desarrollo de un SISTEMA DE GESTIÓN DE CALIDAD en la gestión del dolor ha de ser gradual y con unas líneas de trabajo bien definidas para evitar un mal seguimiento de los pacientes y aparición de errores y complicaciones , lo que en etapas iniciales provocaría un rechazo , por descrédito , de las técnicas utilizadas y , por consiguiente, de los MODELOS DE GESTIÓN DEL DOLOR Por ello, además de diseñar un cronograma de implantación que permita iniciar las actividades de la unidad de dolor de una manera secuencial es necesario dar respuesta a una serie de cuestiones como son : Codificación diagnósticos y procedimientos Diseño e implantación de registros que unifiquen los criterios para la valoración y la actuación de enfermería de la planta de hospitalización frente al dolor postoperatorio Elaboración de documentación relacionada con el dolor y las estrategias terapéuticas empleadas en su control Elaboración de documentos de consentimientos informados Protocolización y realización de Guías Práctica clínica Diseño de un plan de formación continuada. Introducción de programas de gestión de riesgos Obtención indicadores

El benchmarking es un proceso orientado a la optimización de la evaluación de una empresa u organización, una vez analizados los procesos, los procedimientos y las estrategias que la caracterizan. Mediante esta técnica se identifican, comparan y aprenden de los mejores productos, servicios y prácticas que existan, para configurar un programa para el cambio y promover una cultura de mejora continua dentro de una organización. Para que el benchmarking funcione adecuadamente es fundamental que las organizaciones que lo apliquen deban aprender a hacerlo, a elegir el momento más adecuado para ponerlo en marcha, a contar con el apoyo decidido de la dirección y a compartir la información mediante el desarrollo de las infraestructuras necesarias. La utilización del Benchmarking en la gestión del dolor se debe de considerar una herramienta de mejora continua en una organización que de manera permanente busca mejorar el tratamiento del dolor al permitir: 1) aumentar la probabilidad de satisfacer las necesidades de los clientes, de manera correcta y desde el principio; 2) garantizar que las mejores prácticas se incorporen a los procesos de trabajo; y 3) calibrar la verdadera productividad, establecer metas con base en hechos, y volverse más competitivos