Los opioides son fármacos analgésicos muy utilizados en el tratamiento farmacológico del dolor crónico . Representan la opción terapéutica de referencia en el tratamiento del dolor. No obstante , su uso en el tratamiento del dolor crónico se ve condicionado por factores como la intensidad del dolor , las características farmacocinéticas de la formulación elegida , la experiencia previa del paciente con los opioides , y la presencia de otra enfermedad que condicione el uso de opioides 1[, 2
En la actualidad se considera que su prescripción debería ser cuando se cumplan TODOS los siguientes criterios
- Las terapias alternativas de menor riesgo no han proporcionado suficiente beneficio en el alivio del dolor o no se pueden usar (por contraindicación, por ejemplo) y
- el dolor afecta negativamente a la función y/o a la calidad de vida del paciente y
- los posibles beneficios de la terapia con opioides superan los posibles daños y
- se ha realizado una toma de decisiones compartida con el paciente reflexionando sobre los riesgos, bene- ficios y alternativas a la terapia con opioides.
No obstante, su utilización en la práctica clínica ha sido mayor que la esperada. Tanto es así que el notable aumento en la pasada década se ha acompañado de un gran incremento en los eventos adversos (ver apartado de efectos adversos asociados al uso de opiodes en el tratamiento del dolro crónico ) , según se ha documentado en los países anglosajones. Estos eventos adversos se han atribuido, entre otras causas, a una prescripción incorrecta, por el desconocimiento de las diferencias en la potencia de los distintos opioides y de las características de las diferentes formulaciones, a un inadecuado seguimiento de los tratamientos y a una administración incorrecta de los opioides, por problemas de comunicación entre los profesionales sanitarios y los pacientes o cuidadores, o la falta de educación a estos último
Es interesante reseñar :
- Los opioides no son fármacos de primera línea en el tratamiento farmacológico del dolor (ni nociceptivo ni neuropático ).
- El dolor neuropático y el dolor nociplástico es refractario a los opioides , aunque parece ser que algunos de ellos pueden tener alguna aplicación en este tipo de dolor como el tramadol , meperidina , metadona por poder actuar por otros mecanismos diferentes a los de los recptores opioides
- La analgesia es dosisdependiente y mayor para el control del dolor en reposo (en contraposición al dolor dinámico). Esta eficacia analgésica opioide disminuye con el uso continuo (por el desarrollo de tolerancia y dependencia física).
- Sólo debería considerarse el tratamiento con opioides en pacientes con dolor nociceptivo moderado/severo cuando concurran estas dos circunstancias: : 1) · Expectativas de resolución a corto plazo del origen principal del dolor. ; 2) · Fracaso previo constatado de todos los tratamientos no opioides posibles (incluidas técnicas poco invasivas).
- Se denominan “ pacientes que reciben terapia de mantenimiento con opioide " a aquellos pacientes que toman al menos 60 mg de morfina oral / día , al menos 25 microgramos de fentanilo transdérmico/ hora , al menos 30 mg de oxicodona al día , al menos 8 mg de hidromorfona oral al día , o una dosis equianalgésica de otro opioide durante una semana o más .
- En el tratamiento del dolor crónico no oncológico se consideran dosis bajas de opioides aquellas < 40 mg DEM; dosis moderadas, entre 41 y 90 mg DEM; y altas ≥ 91 mg DEM3 ( DEM =dosis equianalgésica de morfina al día )
- Previo a su administración y durante el seguimiento clínico periódico de los pacientes pacientes que reciben opioides es necesario evaluar el riesgo potencial de uso indebido, abuso y adicción a opioides: ver en prácticas dirigidas a prescribir de forma segura opioides en el tratamiento del dolor crónico
- Se recomienda seguir siempre la escalera analgésica de la OMS, con un enfoque progresivo4
- Cuanto más crónico y complejo sea el dolor y más joven sea el paciente, menor es el papel de los opioides en el plan de tratamiento5
- En cuanto al opioide utilizado , no hay evidencia clara de que ningún opioide en particular, incluyendo la morfina, sea mejor que otro en términos de eficacia en el alivio del dolor. La morfina puede seguir considerándose la forma oral de elección por su experiencia de uso y su menor coste. El resto de opioides podrían ser útiles para la rotación de opioides.
- Los opioides se suelen escalonar según la potencia analgésica
- En la actualidad no se recomienda su uso como primera elección para el dolor crónico no oncológico al no haber una evidencia sólida que respalde a eficacia analgésica ni la recuperación funcional de los pacientes que tienen pautados opioides a largo plazo
- Los estudios poblacionales revelan esta falta de eficacia analgésica a largo plazo y ponen de manifiesto problemas de seguridad y aumento de los efectos adversos, sobre todo con el empleo de dosis altas (> 100 mg DEM al día)6
- Sólo una pequeña proporción de pacientes con DCNO se beneficiará del tratamiento con opioides y no está claramente establecida su efectividad por encima de los 3 meses7, 8
- La agencia americana AHRQ9 ha publicado una revisión sistemática sobre las evidencias de los opioides en dolor crónico. Se han incluido 115 ECA y 40 estudios observacionales en los que se comparan los opioides frente a placebo y otros analgésicos no opioides como AINE, gabapentinoides y nortriptilina. En comparación con placebo en tratamientos cortos (estudios de duración menor de 3 meses) se observa un pequeño beneficio (menos de 1 punto en una escala de 0 a 10) en la mejoría del dolor y funcionalidad, beneficio que se atenua con un seguimiento más prolongado (3 a 6 meses) y que se ve contrarres tado por un mayor riesgo de efectos adversos a nivel gastrointestinal, así como somnolencia, mareos y pru- rito. En la comparación con otros analgésicos no opioides no se observan diferencias a corto plazo en la funcionalidad, ni mejora del dolor a corto plazo, sin embargo, los opioides presentan mayor riesgo de efectos adversos
- En estudios observacionales la prescripción de opioides se ha asociado a riesgo de adicción, sobredosis, fracturas, caídas y eventos cardiovasculares; también se han relacionado las dosis altas de opioides con riesgo de depresión refractaria y alteraciones endocrinas10
- Por otro lado, en un estudio clínico aleatorizado en el que se hizo seuimiento de pacientes con dolor crónico de espalda moderado o grave de artrosis de cadera o rodillas en el que se realizó una estrategia escalonada de inicio con opioides se asoció con mayor intensidad de dolor y sin diferencias en la funcionalidad frente a iniciar el tratamiento con fármacos no opioides, además de presentar una mayor frecuencia de efectos adversos11
Este apartado proporciona información sobre el uso de los opioides en el dolor crónico. En caso de querer información sobre su uso en el tratamiento farmacológico del dolro agudo ir a opioides en dolor agudo
Bibliografía
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Los opioides en el dolor crónico. representan la opción terapéutica de referencia en el manejo del dolor. No obstante , su uso en el tratamiento del dolor crónico se ve condicionado por factores como la intensidad del dolor , las características farmacocinéticas de la formulación elegida , la experiencia previa del paciente con los opioides , y la presencia de otra enfermedad que condicione el uso de opioides 1[, 2 Los opioides son un componente fundamental del tratamiento del dolor crónico, principalmente del dolor de origen oncológico Su utilización ha experimentado un notable aumento en la pasada década, lo que se ha acompañado de un gran incremento en los eventos adversos (ver apartado de efectos adversos asociados al uso de opiodes en el tratamiento del dolro crónico ) , según se ha documentado en los países anglosajones. Estos eventos adversos se han atribuido, entre otras causas, a una prescripción incorrecta, por el desconocimiento de las diferencias en la potencia de los distintos opioides y de las características de las diferentes formulaciones, a un inadecuado seguimiento de los tratamientos y a una administración incorrecta de los opioides, por problemas de comunicación entre los profesionales sanitarios y los pacientes o cuidadores, o la falta de educación a estos último Es interesante reseñar : Los opioides no son fármacos de primera línea en el tratamiento farmacológico del dolor (ni nociceptivo ni neuropático ). El dolor neuropático y el dolor nociplástico es refractario a los opioides , aunque parece ser que algunos de ellos pueden tener alguna aplicación en este tipo de dolor como el tramadol , meperidina , metadona por poder actuar por otros mecanismos diferentes a los de los recptores opioides La analgesia es dosisdependiente y mayor para el control del dolor en reposo (en contraposición al dolor dinámico). Esta eficacia analgésica opioide disminuye con el uso continuo (por el desarrollo de tolerancia y dependencia física). Sólo debería considerarse el tratamiento con opioides en pacientes con dolor nociceptivo moderado/severo cuando concurran estas dos circunstancias: : 1) · Expectativas de resolución a corto plazo del origen principal del dolor. ; 2) · Fracaso previo constatado de todos los tratamientos no opioides posibles (incluidas técnicas poco invasivas). Se denominan “ pacientes que reciben terapia de mantenimiento con opioide " a aquellos pacientes que toman al menos 60 mg de morfina oral / día , al menos 25 microgramos de fentanilo transdérmico/ hora , al menos 30 mg de oxicodona al día , al menos 8 mg de hidromorfona oral al día , o una dosis equianalgésica de otro opioide durante una semana o más . En el tratamiento del dolor crónico no oncológico se consideran dosis bajas de opioides aquellas < 40 mg DEM; dosis moderadas, entre 41 y 90 mg DEM; y altas ≥ 91 mg DEM3 ( DEM =dosis equianalgésica de morfina al día ) Previo a su administración y durante el seguimiento clínico periódico de los pacientes pacientes que reciben opioides es necesario evaluar el riesgo potencial de uso indebido, abuso y adicción a opioides: ver en prácticas dirigidas a prescribir de forma segura opioides en el tratamiento del dolor crónico Se recomienda seguir siempre la escalera analgésica de la OMS, con un enfoque progresivo4 Cuanto más crónico y complejo sea el dolor y más joven sea el paciente, menor es el papel de los opioides en el plan de tratamiento5 En cuanto al opioide utilizado , no hay evidencia clara de que ningún opioide en particular, incluyendo la morfina, sea mejor que otro en términos de eficacia en el alivio del dolor. La morfina puede seguir considerándose la forma oral de elección por su experiencia de uso y su menor coste. El resto de opioides podrían ser útiles para la rotación de opioides. Los opioides se suelen escalonar según la potencia analgésica En la actualidad no se recomienda su uso como primera elección para el dolor crónico no oncológico al no haber una evidencia sólida que respalde a eficacia analgésica ni la recuperación funcional de los pacientes que tienen pautados opioides a largo plazo Los estudios poblacionales revelan esta falta de eficacia analgésica a largo plazo y ponen de manifiesto problemas de seguridad y aumento de los efectos adversos, sobre todo con el empleo de dosis altas (> 100 mg DEM al día)6 Sólo una pequeña proporción de pacientes con DCNO se beneficiará del tratamiento con opioides y no está claramente establecida su efectividad por encima de los 3 meses7, 8 La agencia americana AHRQ9 ha publicado una revisión sistemática sobre las evidencias de los opioides en dolor crónico. Se han incluido 115 ECA y 40 estudios observacionales en los que se comparan los opioides frente a placebo y otros analgésicos no opioides como AINE, gabapentinoides y nortriptilina. En comparación con placebo en tratamientos cortos (estudios de duración menor de 3 meses) se observa un pequeño beneficio (menos de 1 punto en una escala de 0 a 10) en la mejoría del dolor y funcionalidad, beneficio que se atenua con un seguimiento más prolongado (3 a 6 meses) y que se ve contrarres tado por un mayor riesgo de efectos adversos a nivel gastrointestinal, así como somnolencia, mareos y pru- rito. En la comparación con otros analgésicos no opioides no se observan diferencias a corto plazo en la funcionalidad, ni mejora del dolor a corto plazo, sin embargo, los opioides presentan mayor riesgo de efectos adversos La evidencia de la efectividad de los opioides a largo plazo es limitada, pero sí existe evidencia del incremento de riesgo de sufrir efectos adversos graves dosis-dependientes En estudios observacionales la prescripción de opioides se ha asociado a riesgo de adicción, sobredosis, fracturas, caídas y eventos cardiovasculares; también se han relacionado las dosis altas de opioides con riesgo de depresión refractaria y alteraciones endocrinas10 Por otro lado, en un estudio clínico aleatorizado en el que se hizo seuimiento de pacientes con dolor crónico de espalda moderado o grave de artrosis de cadera o rodillas en el que se realizó una estrategia escalonada de inicio con opioides se asoció con mayor intensidad de dolor y sin diferencias en la funcionalidad frente a iniciar el tratamiento con fármacos no opioides, además de presentar una mayor frecuencia de efectos adversos11
En el tratamiento farmacológico del dolor crónico hemos de saber que la eficacia de los opioides en dolor crónico depende de varios factores Tipos de Dolor Crónico: Los opioides se utilizan con mayor frecuencia para el alivio del dolor crónico relacionado con el cáncer, el dolor postoperatorio y el dolor asociado con enfermedades terminales. En estos casos, a menudo son altamente efectivos. Limitaciones de Uso a Largo Plazo: La eficacia de los opioides en el alivio del dolor crónico a largo plazo es un tema de debate. El uso prolongado de opioides puede llevar al desarrollo de tolerancia, lo que significa que se necesita una dosis cada vez mayor para lograr el mismo efecto. Además, pueden causar dependencia y adicción, lo que puede empeorar la situación de dolor. La aparición de efectos adversos El uso de opioides conlleva riesgos significativos, como efectos secundarios, sobredosis y adicción. Los efectos secundarios pueden incluir estreñimiento, somnolencia, náuseas y vómitos. Además, la sobredosis de opioides puede ser fatal. Consideraciones Individuales: La respuesta a los opioides varía de persona a persona. Algunas personas pueden experimentar un alivio sustancial del dolor, mientras que otras pueden no tolerarlos bien o no experimentar beneficios significativos. La elección de usar opioides para el dolor crónico debe basarse en una evaluación individual de riesgos y beneficio En la práctica asistencial debemos de saber que el tratamiento con opioides en dolor crónico, comparado con placebo, se asocia a un alivio del dolor a corto plazo, pero la mayoría de los ensayos aleatorios controlados no superan las 6 semanas de seguimiento. No se han encontrado estudios que evalúen los efectos sobre el dolor, la funcionalidad o la calidad de vida durante 1 año o más1 y cada vez hay más pruebas de que los opioides tienen una efectividad limitada en el tratamiento del dolor crónico no oncológico (DCNO)2. E. En este caso las GPC recomiendan reservarlos para casos muy seleccionados cuando otros tratamientos han resultado inefectivos o están contraindicados, a la dosis más baja posible y durante un tiempo limitado, sólo si los beneficios observados –mejora en la funcionalidad y calidad de vida- superan los potenciales riesgos Existe bibliografía que apoya su uso en ensayos clínicos aleatorizados a corto plazo, principalmente frente a placebo, si bien en general estos ensayos no están libres de sesgos. No obstente, la evidencia sobre la eficacia y seguridad más allá de 6 meses es limitada3.,4,5 Además, en los ensayos son muy frecuentes los abandonos de tratamiento, con porcentajes que oscilan entre el 20 y el 80%, atribuidos mayormente a los efectos adversos de los opioides y a falta de eficacia. Las revisiones sistemáticas que han abordado esta cuestión llegan a conclusiones similares: falta evidencia sobre su uso a largo plazo, así como de comparaciones entre ellos y frente a otras intervenciones (farmacológicas y no farmacológicas) que definan claramente el beneficio clínico neto, incluyendo resultados en la mejora de la funcionalidad6 La evidencia de la efectividad de los opioides a largo plazo es limitada, pero sí existe evidencia del incremento de riesgo de sufrir efectos adversos graves dosis-dependientes El uso de opioides en el tratamiento de pacientes con DCNO es un tema controvertido debido a lo que concierne al tema de eficacia, seguridad, y la posibilidad de adicción y/o abuso de estos fármacos 7. Puede ser adecuado cuando el dolor es intenso y continuo y no responde a otras terapias razonables En la actualidad los opioides no han demostrado un perfil beneficio-riesgo favorable a largo plazo en el DCNO por lo que las guías actuales no los recomiendan salvo en casos muy seleccionados --->Bibliografía importante relacionada con este tema : La agencia americana AHRQ8 ha publicado una revisión sistemática sobre las evidencias de los opioides en dolor crónico. Se han incluido 115 ECA y 40 estudios observacionales en los que se comparan los opioides frente a placebo y otros analgésicos no opioides como AINE, gabapentinoides y nortriptilina. En comparación con placebo en tratamientos cortos (estudios de duración menor de 3 meses) se observa un pequeño beneficio (menos de 1 punto en una escala de 0 a 10) en la mejoría del dolor y funcionalidad, beneficio que se atenua con un seguimiento más prolongado (3 a 6 meses) y que se ve contrarres tado por un mayor riesgo de efectos adversos a nivel gastrointestinal, así como somnolencia, mareos y pru- rito. En la comparación con otros analgésicos no opioides no se observan diferencias a corto plazo en la funcionalidad, ni mejora del dolor a corto plazo, sin embargo, los opioides presentan mayor riesgo de efectos adversos En estudios observacionales la prescripción de opioides se ha asociado a riesgo de adicción, sobredosis, fracturas, caídas y eventos cardiovasculares; también se han relacionado las dosis altas de opioides con riesgo de depresión refractaria y alteraciones endocrinas9 Por otro lado, en un estudio clínico aleatorizado en el que se hizo seuimiento de pacientes con dolor crónico de espalda moderado o grave de artrosis de cadera o rodillas en el que se realizó una estrategia escalonada de inicio con opioides se asoció con mayor intensidad de dolor y sin diferencias en la funcionalidad frente a iniciar el tratamiento con fármacos no opioides, además de presentar una mayor frecuencia de efectos adversos10 Actualmente ( 2023) la evidencia disponible no apoya el uso de opioides en el tratamiento a largo plazo del DCNO debido a los escasos datos sobre su eficacia a largo plazo y el riesgo de daños graves, por lo que la decisión de utilizar opioides en pacientes concretos conDCNO debe sopesarse cuidadosamente Los opioides en los pacientes de DCNO no deben ser fármacos de primera línea pero tampoco deben existir restricciones para su utilización si el médico lo considera oportuno 11 No hay evidencia clara de que ningún opioide en particular, incluyendo morfina, sea mejor que otro en términos de eficacia en el alivio del dolor. Los pacientes que reciben dosis mayores de 100 mg de morfina o equivalente al día tienen mayor riesgo de sobredosis. Cuando se utilizan opioides en el tratamiento del DCNO, se debe reevaluar periódicamente su efectividad, y considerar la retirada gradual. Recomendaciones para un uso prudente de los opiodes en dolor cronico no oncológico : ver Prácticas dirigidas a prescribir de forma segura opioides en el tratamiento del dolor crónico

En el tratamiento farmacológico del dolor crónico existen múltiples representantes opioides a la hora de elegir opioides en dolor crónico En este sentido se pueden emplear opioides de acción débil, opioides de potencia intermedia y opioides mayores --> Para realizar una búsqueda de medicamentos y conocer las diferentes presentaciones es útil la siguientes dirección: El buscador de medicamentos de la Agencia Española de medicamentos y productos sanitatior Habitualmente , en caso prescribir opioides en dolor crónico (ver prácticas dirigidas a prescribir de forma segura opioides en el tratamiento del dolor crónico) , suelen utilizarse en situaciones de dolor de intensidad leve – moderada opioides de acción débil , opioides de potencia intermedia como el tramadol . En caso de dolor de gran intensidad la referencia es la morfina aunque existen otras posibilidades como la la oxicodona el tapentadol y la hidromorfona , .La meperidina es un opiode poco usado por el miedo a acumulación de metabolitos que son relativamente tóxicos . Otra alternativa es la utilización del agonista parcial buprenorfina aunque debido a su capacidad limitada en cuanto analgesia hace su papel es más discutido . Por último también hemos de considerar el uso de la metadona por vía oral y el fentanilo transdérmico. El tratamiento debe ser individualizado en función del paciente y el tipo de dolor, valorando los beneficios y los riesgos. En todos los casos la referencia es la morfina . Por ello, conviene recordar las dosis equianalgésicas de los opioides para calcular la dosis inicial cuando se ha decidido cambiar de 1 a otro Otros aspectos a considerar a la hora de seleccionar un opiode : 1.-La experiencia previa del médico 2.- Las características del paciente - Ejm : pacientes cn insuficiencia renal o hepática La buprenorfina puede usarse en pacientes con insuficiencia renal , incluyendo pacientes dializados , debido a que la farmacocnética de la buprenorfina no se ve alterada durante la evolución de la misma . Las concentraciones plasmáticas de la buprenorfina disminuyen de forma regular y se eliminan cin una vida media de aproximadamente 30 horas Con respecto a otros opioides Tabla 1. Uso de opioides en la insuficiencia renal o hepática ( Tabla elaborada a partir d ela información de las fichas técnicas de Targin, Palexia y Adolonta Retard accesible en Centro de información online de medicamentos de la AEMPS - CIMA ) Insuficiencia renal Insuficiencia hepática Leve Moderada Grave Leve Moderada Grave Oxicodona Con precaución Con precaución Contraindicado Tramadol Considerar prolongar intervalos de dosisficación No recomendado Considerar prolongar intervalos de dosisficación No recomendado Tapentadol No es necesaio ajuste de dosis No recomendado No es necesario ajuste de dosis Con precaución * No recomendado * El tratamiento de estos pacientes debe iniciarse con las dosis más bajas disponibles, esto es , 25 mg o 50 mg de tapentadol comprimidos de liberación prolongada , y la frecuencia de administración no debe de ser mayor de una vez cada 24 horas . Al inicio del tratamiento no se recomienda una dosis diaria superior a 50 mg de tapentadol comprimidos de liberación prolongada 3.-La experiencia previa del paciente . Si el paciente no ha recibido previamente opioides : Convencionalmente , los pacientes que no han recibido tratamiento con opioides y tienen dolor moderado – grave inician la analgesia con una combinación de opioides de potencia intermedia y no opioides como paracetamol más oxicodona , o tramadol más paracetamol , o quizás el nuevo opiode tapentadol En caso de no control se prefiere el uso de opioides mayores siguiendo las recomendaciones dadas en el apartad de posología y vías de administración de los opioides en el tratamiento del dolor crónico Si el paciente ha recibido previamente opioides : es importante conocer la eficacia de los opiodes que previamente se han administrado para seleccionar el opioide idóneo 4.- Las características del dolor y la disponibilidad de vías de administración de los analgésicos A.-SI EL DOLOR ES SOPORTABLE Y HAY DISPONIBILIDAD DE LA VÍA ORAL Elegir el opioide en función de la intensidad del dolor: 1) en situaciones de dolor de intensidad leve-moderada emplear opioides de acción débil u opioides de potencia intermedia como el tramadol .2) En caso de dolor de gran intensidad opioides mayores la referencia es la morfina aunque existen otras posibilidades como la la oxicodona el tapentadol y la hidromorfona Por otra parte , como la mayoría de los opioides están disponibles en vía oral, la elección está determinada por la eficacia comparativa, la biodisponibilidad y el perfil de efectos secundarios de los diferentes fármacos. Para facilitar dicha elección 1) Es necesariio conocer que existen opioides de acción prolongada (OAP), opioides de acción corta (OAC) y opioides de acción rápida (OAR).según las características temporales que definen el inicio y la duración de su acción Tabla 1. Opioides de acción prolongada (OAP), opioides de acción corta (OAC) y opioides de acción rápida (OAR) basados en fentanilo transmucoso.1. * Los OAR están diseñados e indicados específicamente para el DIO, porque empiezan actuar a los 3-15 min y su efecto analgésico dura 1-2 h 2) Es interesante conocer las diferencias entre la morfina con otros dos opioides fuertes comúnmente disponibles. ( ver más en OPIOIDES : CONVERSIÓN DE LAS VÍAS Y DOSIS EQUIANALGÉSICAS ) Tabla 2. Comparativa de la morfina , la hidromorfona y la metadona por vía oral En este caso , al Iniciar el tratamiento con un opioide se suele emplear uno de liberación rápida a dosis baja y aumentarla lentamente (Start low and go slow). Los opioides de liberación controlada, incluidos los parches de fentanilo, no permiten titular la dosis adecuadamente, por lo que no se recomiendan en el inicio del tratamiento. Cabe reseñar : Una revisión sistemática realizada por la Asociación Europea de Cuidados Paliativos (EAPC), con estudios de revisión y metaanálisis sobre morfina oral, oxicodona e hidromorfona, no encuentra diferencias consistentes en cuanto a eficacia o toxicidad y recomienda cualquiera de la 3 formulaciones para el manejo del dolor basal oncológico moderado-severo5, y su elección se debe realizar por su facilidad y comodidad de uso, por el conocimiento del fármaco por parte del facultativo prescriptor, por las pequeñas diferencias de efectos adversos, así como por las preferencias del paciente.2 El fentanilo de liberación inmediata no está indicado en el dolor crónico no oncológico , su indicación autorizada es el dolor irruptivo en paciente oncológico con tratamiento opioide de base de al menos una semana de duración (Ver Nota URM Julio 2021: Fentanilo liberación inmediata) Clásicamente se recomienda no prescribir dos opioides débiles o potentes de forma simultánea. No obstante, En caso del dolor crónico oncológico se aboga por la combinación de opioides de acción prolongada para el dolor constante junto con opioides de acción corta para el dolor irruptivo. En algunos casos puede ser interesante valorar el efecto sinérgico de los opioides buscando actuar simultáneamente tanto a nivel espinal como supraespinal (demostrado a nivel experimental3, 4,5 , 6 y en humanos7) (+ en Analgesia combinada ) En caso de haber obtenido un resultado satisfactorio en esta fase de prueba se ha de plantear pasar a fármacos con una presentación de liberación prolongada. ( ver en Estrategia para el mantenimiento de un tratamiento opioide para el alivio del dolor crónico ) B.-SI EL DOLOR ES SOPORTABLE Y NO HAY DISPONIBILIDAD DE LA VÍA ORAL : El opioide a elegir dependerá de la vía de administración que dispongamos Los opioides que se pueden emplear por vía transdérmica son el fentanilo y la buprenorfina C.-SI EL DOLOR NO ES SOPORTABLE Si el paciente tiene dolor no tiene el dolor controlado : es preferible usar opiodes potentes de corta duración , por vía intravenosa ( otras posibilidades son la vía subcutánes y la Vvías de administración de analgésicos relacionadas con las mucosas como la Vvía sublingual , la vía transmucosa oral y la vía intranasal ) y luego realzar conversión de las vía de administración y aplicar dosis equianalgésicas Tabla comparativa de efectos obtenidos entre diversos opioides mayores y vías sistémicas Si el paciente necesita opiodes para control del dolor irruptivo El uso de opioides de acción rápida para los casos en que aparece dolor irruptivo debe valorarse en cada caso y en general se recomienda evitar su uso Se prefieren usar opioides de inicio rápido como el fentanilo . Así se pueden utilizar dispositivos orales transmucosos ( Actiq® ) , una tableta efervescente ( effentora ® ) o comprimidos sublinguales ( abstral ® ) Si el paciente tiene dolor no controlado : es preferible usar opiodes potentes de corta duración o vías parenterals y luego realizar la En todos los casos : 1) Debemos de disponer de una estrategia para el inicio de un tratamiento opioide para el alivio del dolor crónico 2) Debemos recordar que hay opioides que interactúan en las vías neuronales por mecanismos de receptores diferentes a los receptores opiodes para ejerecer el efecto antinociceptivo . Debido a una de las estrategias para aumentar la eficacia de los opioides en el tratamiento del dolor crónico es la rotación de opioides hemos de considerar la sustitución de un opioide potente , previemente descrito, por un opioide potente alternativo con el objetivo específico de obtener una mejor respuesta analgésica y/o reducir efectos indeseables Tabla 2 . Diferencias en los mecanismos de acción de diferentes opioides 3) Debemos vigilar las posibles interacciones entre fármacos La morfina tiene riesgo de interacciones bajo, salvo la posibilidad de potenciar los efectos sobre el sistema nervioso central de otros fármacos, sin embargo, oxicodona y tramadol sí que tienen un riesgo mayor de interacciones. Tapentadol, por su metabolismo por glucuronización, presenta un menor riesgo de interacciones medicamentosas8 La administración conjunta de agonistas puros (morfina, fentanil, tramadol) con agonistas parciales (buprenorfina) y/o agonistas-antagonistas (pentazocina) puede implicar abstinencia o resistencia al dolor por competición con el receptor . Se prefiere no asociar BZD, fenotiacinas IMAOs , o ADT con opioides como la meperidina ( interfieren degradación ). A día de hoy : 1.-Los agonistas – antagonistas ( butorfanol, pentazocina , nalbufina ) no se consideran fármacos de elección debido a su efecto techo para la analgesia y a la capacidad de inducir la abstinencia cuando se administra a pacientes que ya reciben otros opiodes agonistas mu 2.-La naltrexona ( un antagonista opiodes ) a dosis bajas en el rango de 1 a 5 mg por día puede ser una alernativa a considerar a los agonistas puros pues parece funcionar más allá del antagonismo de los receptores opioides y modular los procesos neuroinflamatorios que involucran células inflamatorias como las células gliales. En este sentido se ha evidenciado una respuesta paradójica de analgesia y acción antiinflamatoria9. A estas dosis bajas, no se ha alcanzado el umbral de afinidad para el antagonismo de los receptores opioides.

Cuando se emplean opioides en el dolor crónico es necesario saber las dosis y los intervalos de tiempo en el que se administran en función de las vías de administración de los analgésicos de las que disponemos . En este caso los opioides pueden administrarse por : I.-Por vías sistémicas ; II.- A través de vías perineurales Los opioides en el dolor crónico se utilizan por la vía más adecuada en cada caso (la vía oral es la vía de elección , las vías transdérmicas si no posibilidad de uso vía oral , las vías parenterales las vías transmucosas se utilizan en dolor crónico reagudizado o pacientes terminales , valorar vías neuroaxiales en caso de tolerancia o no posibilidad de uso vía oral I.-Por vías sistémicas Por vía oral ; ver dosis y pautas analgésicas de los opioides por vía oral en dolor crónico Por vía intravenosa ,: ver posología de los opioides por vía intravenosa en dolor crónico Por.vía subcutánea : ver Posología de los opioides por vía subcutánea en dolor crónico Por vía transdérmica : ver Posología de los opioides por vía transcutánea o transdérmica en dolor crónico Por.vía sublingual : ver Posología de los opioides por vía sublingual en dolor crónico Por vía transmucosa oral ver Posología de los opioides por vía transmucosa oral en dolor crónico . Por vía intranasal : ver Posología de los opioides por vía intranasal en dolor crónico . Otras utilizadas pero no recomendables: vía rectal : ver Posología de los opioides por vía rectal en dolor crónico vía intramuscular .: ver Posología de los opioides por vía intramuscular en dolor crónico II.- A través de vías perineurales En todos los casos: Deben de seguirse una serie de normas generales al pautar un tratamiento farmacológico Deben de aplicarse las prácticas dirigidas a prescribir de forma segura opioides en el tratamiento del dolor crónico Debe de aplicarse una estrategia para el inicio de un tratamiento opiodes para el alivio del dolor crónico , su mantenimiento y su deprescripción : Estrategia para el inicio de un tratamiento opioide para el alivio del dolor crónico Estrategia para el mantenimiento de un tratamiento opioide para el alivio del dolor crónico Fase de deprescripción o finalización de un tratamiento opioide para el alivio del dolor crónico
Cuando se usan opioides en el dolor crónico se han de dentificar y establecer de forma consensuada unas “Prácticas seguras para el uso de opioides en pacientes con dolor crónico”, dirigidas a prevenir los errores de medicación y, en consecuencia, a reducir los eventos adversos prevenibles causados por los opioides Cabe reseñar : 1.-Los opioides sólo deberían iniciarse si se cumplen TODOS los siguientes criterios –Las terapias alternativas de menor riesgo no han proporcionado suficiente beneficio en el alivio del dolor o no se pueden usar (por contraindicación, por ejemplo) y el dolor afecta negativamente a la función y/o a la calidad de vida del paciente y los posibles beneficios de la terapia con opioides superan los posibles daños y se ha realizado una toma de decisiones compartida con el paciente reflexionando sobre los riesgos, bene- ficios y alternativas a la terapia con opioides. 2. Los opioides no se deben de utilizar como tratamiento de 1ª elección o habitual en el dolor crónico no neoplásico Esto incluye su uso para para el alivio del dolor nociplástico como migraña, fibromialgia o síndrome del intestino irritable, entre otros, ya que en el dolor crónico primario los pacientes pueden tener una menor respuesta a los opioides y ser más susceptibles a la hiperalgesia inducida por estos fármacos. En el alivio del dolor crónico no neoplásico se debe optimizar el autocuidado y las terapias no-farmacológicas (educación, ejercicio físico, terapia cognitivo-conductual, fisioterapia, etc.) y, en caso de requerir tratamiento farmacológico, se deben utilizar analgésicos no-opioides (AINEs, otros analgésicos de acción reversible ). 3.-Ante un paciente con dolor en el que se plantee administrar un opioide , sobre todo si se trata de un dolor crónico no neoplásico , además de la evaluación del síntoma dolor, debemos considerar otras cuestiones : 1.-Se debe evaluar la funcionalidad y de la calidad de vida ( ver ESCALAS Y CUESTIONARIOS PARA LA VALORACIÓN DE LA FUNCIONALIDAD Y LA CALIDAD DE LA VIDA ) 2.-Se debe evaluar el tratamiento analgésico que recibe (tipo, adherencia, eficacia). 3.-Se debe evaluar el riesgo de abuso y adicción al uso de los opioides para evitar o limitar su empleo en caso de alto riesgo Se han descrito diferentes factores de riesgo asociados a alto riesgo de abuso y adicción a opiode Tabla 1 . Variables propuestas como factores de riesgo de abuso o adicción a analgésicos opioides - Aunque en general se considera que ambos sexos tienen idéntico riesgo, algunos estudios señalan que el riesgo podría ser mayor en las mujeres por varias razones relacionadas tanto con las características del dolor, como con la psicopatología y la adicción Tabla 2. Factores que pueden implicar mayor riesgo de abuso de opioides en mujeres - Asimismo , existen factores de riesgo por comorbilidad psiquiátrica : Los trastornos depresivos y los trastornos de ansiedad se asocian con una mayor intensidad del dolor, más quejas y mayor interferencia con las actividades de la vida diaria. La presencia de un T. Psiquiátrico previo ( T. Estado ánimo, T. Estrés postraumático (TEPT), T personalidad, T bipolar) puede provocar un aumento de la intensidad y de la percepción del dolor, con una retroalimentación de ambas patologías. La falta de control de un dolor crónico puede provocar trastornos emocionales, con sintomatología ansiosa y depresiva. En ocasiones el dolor será el primer síntoma de un t. Psiquiátrico no diagnosticado ( T. Somatomorfo, T Facticio, T Conversivo). Los pacientes con T psiquiátricos suelen recibir tratamientos con opioides para el dolor crónico más frecuentemente y durante más tiempo que los pacientes sin trastornos mentales. El uso prolongado de analgésicos opioides, sobre todo a dosis altas, puede provocar t. psiquiátricos, como depresión, ansiedad y abuso/adicción. Las personas que presentan t. psiquiátricos o adictivos tienen un mayor riesgo de consumo prolongado de analgésicos opioides y requieren un abordaje multidisciplinar para aliviar eficazmente el dolor, considerando el equilibrio entre riesgos y beneficios y evitando las sinergias con otras sustancias depresoras del SNC que puedan precipitar la sobredosis - Otros factores de riesgo asociados al desarrollo de adicción se exponen en la siguiente tabla Tabla 3 Otros factores de riesgo asociados al desarrollo de adicción Los instrumentos para la evaluación del riesgo de abuso de opioides más utilizados son : 1) Opioid Risk Tool (escala de valoración del riesgo potencial de opioides)- la recomendada por las guías clínicas actuales-, 2) SOAPP ( Screener and Opioid Assessment for Patients with Pain-Revised ) 1.-Opioid Risk Tool ( escala de valoración del riesgo potencial de opioides ) 2.- SOAPP ( Screener and Opioid Assessment for Patients with Pain-Revised ) Según la evaluación de los factores de riesgo citados, podremos clasificar a los pacientes en tres categorías de riesgo : BAJO , MEDIO o ALTO RIESGO Tabla 4. Estratificación del riesgo de abuso de opoides * RECOMENDACIONES: --> EVITAR o LIMITAR el uso de analgésicos opioides en pacientes incluídos en la categoría de RIESGO ALTO Sobre todo en aquellos pacientes que presenten trastorno mental grave descompensado , ideas autolíticas ó Trastorno por Uso de Sustancias (TUS) alcohol o drogas i lícitas. 4.-Se debe evaluar el riesgo de sobredosis de opiodes al inicio del tratamiento Para elllo se deben de conocer que existen factores asociados a un riesgo de sobredosis de opioides Tabla 5. Evaluación del riesgo de sobredosis al inicio de un tratamiento opiodes Tabla 6 . Estratificación del riesgo de sobredosis de opoides En este caso recordar : Evitar la prescripción concomitante de benzodiacepinas o hipnóticos Z y precaución con los gabapen- tinoides por el aumento de riesgo de depresión respiratoria y sobredosis que presentan estas asociaciones. En los pacientes que están recibiendo actualmente esta asociación, se debería considerar disminuir gradualmente la dosis de uno o ambos fármacos. Se debe prestar especial atención a la prescripción concomitante de: • fentanilo, oxicodona, tapentadol, o tramadol con otros fármacos serotoninérgicos (antidepresivos, IMAO, litio y triptanes) por riesgo de desarrollar síndrome serotoninérgico. • opioides con antidepresivos y neurolépticos por riesgo de síndrome anticolinérgico, especialmente en ancianos. 4.-Una vez considerado que el paciente es susceptible de un tratamiento opioides hay que establecer un plan de tratamiento individualizado en el que se consideren las siguientes actuaciones : 1) Pactar unos objetivos con el paciente, con metas sensatas y razonables. Generalidades : ver objetivos del tratamiento del dolor El objetivo no debe ser la eliminación deldolor (es crónico), sino el alivio de este y la mejora de la funcionalidad.. Son necesarios unos objetivos realistas de mejora de la funcionalidad y disminución del dolor aceptable, ya que la erradicación completa del dolor es altamente improbable. Se deben buscar objetivos terapéuticos que sean significativos para la persona (poder volver al trabajo, realizar actividades placenteras o necesarias, etc.) El plan de tratamiento debe de contemplar un equilibrio entre la mejoría esperada y los posibles efectos adversos derivados de los opioides 2) Dar información completa y realista al paciente y sus familiares de todos los aspectos del tratamiento con opioides, incluido el riesgo de sobredosis, abuso, adicción e hiperalgesia inducida por opioides ( Información sobre el uso de opioides ) 3) Obtener un consentimiento informado por parte del paciente en el que autorice y acepte el tratamiento, tras ser adecuadamente informado ( ver Consentimiento para el uso de opioides en el alivio del dolor crónico --> Algoritmo de actuación antes de iniciar el tratamiento con analgésicos opiodes ( modificado de 1 ) 5. Si iniciamos un tratamiento con opioides: QUE SEA DE PRUEBA Si a pesar de una terapia no-farmacológica y farmacológica no-opioide optimizada el paciente sigue con dolor, no es de alto riesgo para sufrir problemas y parece que los opioides podrían tener un papel añadido a la terapia optimizada, se debería Acordar con el paciente: 1.-Un tratamiento de prueba, generalmente de hasta 4 semanas, explicando los beneficios esperables y los riesgos conocidos : ver Estrategia para el inicio de un tratamiento opioide para el alivio del dolor crónico ) 2.- Una estrategia de finalización del tratamiento si no se consiguen los objetivos o aparecen efectos ad - versos: ver Fase de deprescripción o finalización de un tratamiento opioide para el alivio del dolor crónico )

Los opioides son una clase de fármacos analgésicos ampliamente utilizados en el tratamiento farmacológico del dolor, tanto en el dolor agudo como el dolor crónico Sin embargo, su uso prolongado o inadecuado puede llevar a la tolerancia, la dependencia y otros efectos secundarios no deseados. La optimización de la eficacia de los opioides es esencial para proporcionar un alivio del dolor efectivo y reducir al mínimo los riesgos asociados con su uso. Este apartado explora las estrategias para mejorar la eficacia de los opioides

A la hora de pautar opioides en el dolor crónico debemos conocer los efectos indeseables asociados al uso de opiodes en el tratamiento del dolor crónico . Como regla general en las fichas técnicas de los diferentes productos que contienen opioides están claramente establecidos los efectos adversos más habituales de estos fármacos --> Para realizar una búsqueda de medicamentos y conocer los diferentes efectos adveros es útil el buscador de medicamentos de la Agencia Española de medicamentos y productos sanitatior De entre los reacciones adversas de los opioides cabe reseñar 1 , 2: 1.-Efectos gastrointestinales :náuseas, vómitos, estreñimiento, disminución del apetito, dispepsia 2.-Efectos respiratorios : broncoespasmo, depresión respiratoria, disminución del reflejo de la tos, apnea del sueño (apnea central o agravamiento de apnea obstructiva), 3.-Efectos cognitivos : confusión, mareos, alteraciones del pensamiento y de la atención) - a corto plazo . Alteraciones de la función cognitiva originadas por metabolitos de la morfina y la meperidina 3.,4, 5, 6 - a largo plazo : por fenómenos de neurotoxicidad 4.Trastornos del sueño : somnolencia, insomnio 6.-Alteraciones neuroendocrinas :hipogonadismo, amenorrea, disfunción eréctil 7.-Inmunosupresión e infecciones 5.Otros efectos : sequedad de boca, rash, hiperhidrosis, prurito, astenia, ansiedad, depresión, cefalea, temblor, disfunción sexual, diarrea, ataxia, edemas, retención urinaria, piernas inquietas… 6.-Neurotoxicidad7 8 , 9, 1011, hiperalgesia inducida por opioides12, 13, 14, 15, 16,17, síndrome serotoninérgico18, 19, 20, sensibilización central 21, 22, 23 - Hiperalgesia La hiperalgesia inducida por opioides (HIO) es una respuesta paradójica a los opioides, por la que un paciente se vuelve más sensible a ciertos estímulos dolorosos y, en algunos casos, experimenta dolor ante estímulos normalmente no dolorosos (alodinia). La HIO puede aparecer en cualquier momento a lo largo del tratamiento con opioides, independientemente del opioide utilizado, la dosis, vía de administración o tiempo de utilización. Se debe descartar la progresión de la enfermedad o el síndrome de retirada por una utilización inadecuada del opioide La HIO se presenta como un dolor que empeora con el aumento de la dosis del opioide y es más difuso, peor definido y con una distribución espacial más amplia que el dolor original que motivó el tratamiento con opioides. Cuando se sospecha HIO, se debe reducir la dosis del opioide potenciando otras estrategias de manejo del dolor. En ocasiones, podría ser razonable la rotación de opioides - Síndrome serotoninérgico 24, 25 7.-Tolerancia, dependencia física y síndrome de abstinencia, como fenómenos predecibles con la administración repetida de opioides (incluidos los de prescripción) La tolerancia es un efecto esperado de los opioides que consiste en la pérdida de potencia analgésica tras el uso prolongado de opioides, lo que obliga a aumentar la dosis del fármaco para conseguir la analgesia previa. La dependencia a opioides es mucho más frecuente de lo que se creía inicialmente y se ha estimado que afecta a más de un tercio de los pacientes con dolor crónico1. En cuanto a la adicción, las revisiones de estudios observacionales dan cifras variables de prevalencia en dolor crónico no oncológico , que oscilan entre el 0% y el 50%. La incidencia y el riesgo real no están bien definidos, pero los resultados son consistentes respecto a la asociación entre el riesgo de adicción y el tratamiento opioide. Recordar las cifras de muertes relacionadas con los opioides son proporcionales al aumento del número de prescripciones y también se asocian con la prescripción de opioides a altas dosis. 8 .-Abuso o adicción, como fenómenos no predecibles y no deseables del tratamiento con opioides26, 27, 28, 29, 30 Para la evaluación del riesgo del abuso o adicción existen instrumentos para la evaluación como las siguientes escalas : 1) Opioid Risk Tool ( escala de valoración del riesgo potencial de opioides,2) SOAPP ( Screener and Opioid Assessment for Patients with Pain-Revised . Detección y evaluación de opioides para pacientes con dolor.) ) Estas escalas pueden ayudar en la toma de decisiones clínicas, pero sólo tienen un valor orientativo. En la entrevista clínica se debe explorar este riesgo en profundidad. Medias a considerar para evistar este fenómeno debemos evitar la prescripción de opioides en pacientes con alto riesgo de abuso y adicción (personas con historia de abuso de sustancias, sobredosis, problemas psiquiátricos importantes). 9.- Sobredosis Existen factores de riesgo asociados a un mayor riesgo de sobredosis por opioides . Para su identificación se han diseñado: 1) ESCALAS Y CUESTIONARIOS PARA LA VALORACIÓN DE ASPECTOS PSICOLOGICOS DEL PACIENTE CON DOLOR ; 1) ESCALAS Y CUESTIONARIOS PARA LA VALORACIÓN DE LOS EFECTOS ASOCIADOS A LOS TRATAMIENTOS PROPUESTOS Tabla 1. Factores de riesgo asociados a un mayor riesgo de sobredosis por opioides Tabla 2. Estratificación del riesgo de sobredosis de opoides 10 . Conductas Aberrantes - Para valorar el riesgo de aparición de conductas aberrantes se han descrito señales de alarma que nos deben hacer sospecharlas Tabla1. Señales de alarma que nos deben hacer sospechar un uso inadecuado de los analgésicos Valores de adherencia superiores al 100% en receta electrónica orientan sobre una posible sobreutilización. La evaluación de la actividad es importante porque los opioides son depresores y es posible que haya personas que sientan menos dolor, pero dejen de realizar sus actividades cotidianas, con lo que su calidad de vida empeora. Si se observa falta de eficacia a pesar del aumento de dosis, se debe descartar la hiperalgesia inducida por los opioides Para intentar evitar o minimizar estos efectos debemos valorar : 1.-Valorar el tipo de paciente subisidario de esto tratamiento así como la medicación que recibe . Como ejemplo : Los pacientes con apnea de sueño deben ser valorados cuidadosamente antes de iniciar el tratamiento con opioides, y durante el tratamiento debe considerarse una reducción de la dosis de opioides. Evitar la prescripción concomitante de benzodiacepinas o hipnóticos Z y precaución con los gabapentinoides por el aumento de riesgo de depresión respiratoria y sobredosis que presentan estas asociaciones. En los pacientes que están recibiendo actualmente esta asociación, se debería considerar disminuir gradualmente la dosis de uno o ambos fármacos. Se debe prestar especial atención a la prescripción concomitante de: Fentanilo, oxicodona, tapentadol, o tramadol con otros fármacos serotoninérgicos (antidepresivos, IMAO,litio y triptanes) por riesgo de desarrollar síndrome serotoninérgico. opioides con antidepresivos y neurolépticos por riesgo de síndrome anticolinérgico, especialmente enancianos 2.- Realizar estrategias para aumentar la eficacia de los opioides en el tratamiento del dolor crónico
Cuando se emplean opioides en el dolor crónico en dolores opiosensibles puede ser necesario : I.-aplicar estrategias para aumentar la eficacia de los opioides en el tratamiento del dolor crónico II.-Valorar el uso de técnicas intervencionistas III.-Valorar el uso de técnicas quirúrgicas
Cuando se usan opioides en el dolor crónico se han de tener en cuenta una serie de precauciones Se recomienda seguir siempre la escalera analgésica de la OMS, con un enfoque progresivo Si un opioide a dosis moderadas no funciona, está indicada la rotación a otro opioide o la retirada del opioide. En ningún caso está indicado aumentar la dosis hasta niveles inaceptables o añadir otros opioides por la misma o distinta vía de administració Se deben realizar revisiones periódicas a todos los pacientes que tengan prescritos opioides, valorando en todas ellas la conveniencia de continuar o no con dicho tratamiento Los posibles efectos adversos obligan a un seguimiento continuo del paciente . Por ello , a efectos de optimizar la efcacia analgésica y minimzar los efectos adversos se recomienda monitorizar la prescripción de opiodes sobre todo en : En las titulaciones de dosis Cuando se usan opiodes de corta duración Uso de opiodes inyectables en domicilio Prescripción de más de un opioide Valoración eficacia del tratamiento analgésico / 6-9 semanas Evitar el uso concomitante de benzodiacepinas, alcohol u otros depresores del sistema nervioso central aumenta por el riesgo de sobredosis En pacientes con enfermedades psiquiátricas historia de abuso de drogas o uso indebido de otros fármacos se considerará el tratamiento con analgésicos opioides solo si estas patologías están previamente estabilizadas, los riesgos superan a los beneficios y se puede garantizar un control muy estrecho del paciente

El uso de los opioides en el dolor crónico se ha propuesto en diferentes situaciones. Generalidades Ver indicaciones terapéuticas de los opioides frente al dolor Los opioides sólo deberían iniciarse si se cumplen TODOS los siguientes criterios Las terapias alternativas de menor riesgo no han proporcionado suficiente beneficio en el alivio del dolor o no se pueden usar (por contraindicación, por ejemplo) y el dolor afecta negativamente a la función y/o a la calidad de vida del paciente y los posibles beneficios de la terapia con opioides superan los posibles daños y se ha realizado una toma de decisiones compartida con el paciente reflexionando sobre los riesgos, bene- ficios y alternativas a la terapia con opioides. En todos los casos : Se deben de seguir unas recomendaciones para un uso prudente de los opiodes : ver Prácticas dirigidas a prescribir de forma segura opioides en el tratamiento del dolor crónico El uso del opioide como fármaco analgésico siempre debería ser para aumentar la calidad de vida del paciente alterada por el dolor .Si esto no se consigue mejor retirar el fármac Especificaciones Los opioides en el dolor crónico se utilizan en: 1) El tratamiento del dolor crónico oncológico ( DCO) Uso de opioides en el dolor basal Los opioides siguen siendo los medicamentos de elección para el tratamiento del dolor moderado o intenso, con independencia de la causa. El dolor oncológico, en particular, se suele tratar con fármacos del tercer escalón, es decir, con los opioides mayores disponibles. El estándar fue la morfina, pero hay numerosos medicamentos en este grupo (morfina, fentanilo, hidromorfona, oxicodona, oxicodona/naloxona y tapentadol). La vía más utilizada es la administración oral, dejándose las alternativas subcutánea o intravenosa para crisis emergentes de dolor en pacientes con apoyo hospitalario, sabiendo que la dosis equivalente es de entre 1:2 y 1:3 de la dosis oral. . El uso de fentanilo transdérmico y buprenorfina está especialmente recomendado en pacientes con dificultades para tragar, en caso de intolerancia oral o pacientes polimedicados por vía oral. La buprenorfina, además, se puede utilizar en pacientes con problemas renales o en hemodiálisis, ya que no es necesario ajuste de dosis en estos casos.La metadona es una alternativa válida, pero su manejo puede ser complicado debido a las marcadas diferencias entre los sujetos en su vida media plasmática y a la duración variable de su efecto En este caso las formulaciones convencionales de opioides, prescritas y administradas como tratamiento continuo, consigue resultados bastante satisfactorios, Uso de opioides para el dolor irruptivo oncológico El uso de opioidse con esta indicación se ha centrado en el uso del fentanilo transmucoso debido a su potencia analgésica, de 50 a 100 veces mayor que la morfina, y a la rapidez de absorción e inicio del efecto analgésico 2) El tratamiento del dolor crónico no oncológico (DCNO) : Bibliografía relevante : 1 Las GPC recomiendan reservar los opioides para casos muy seleccionados cuando otros tratamientos han resultado inefectivos o están contraindicados, a la dosis más baja posible y durante un tiempo limitado, sólo si los beneficios observados -mejora en la funcionalidad y calidad de vida- superan los potenciales riesgos. Ello se debe a que la evidencia disponible no apoya el uso de opioides en el tratamiento a largo plazo del DCNO debido a los escasos datos sobre su eficacia a largo plazo y el riesgo de daños graves, por lo que la decisión de utilizar opioides en pacientes concretos con DCNO debe sopesarse cuidadosamente Los analgésicos opioides no son fármacos de primera línea en el tratamiento del DCNO y solo deben utilizarse en aquellos pacientes con dolor moderado/severo en los que haya constancia de una falta de respuesta a otros tratamientos farmacológicos y no farmacológicos (incluidas técnicas poco invasivas) y cuando existan expectativas de reducción a corto plazo del origen principal del dolor, valorando siempre de forma individualizada un adecuado balance entre los riesgos y los beneficios El tratamiento a largo plazo (≥ 6 meses) con opioides sólo debe mantenerse en pacientes que hayan respondido satisfactoriamente durante un periodo de prueba inicial y que no hayan presentado efectos adversos o estos hayan sido leves y transitorios, y siempre con un seguimiento adecuado y con revisiones periódicas. -->Recordar : Los opioides en los pacientes de DCNO no deben ser fármacos de primera línea pero tampoco deben existir restricciones para su utilización si el médico lo considera oportuno 2 No hay evidencia clara de que ningún opioide en particular, incluyendo morfina, sea mejor que otro en términos de eficacia en el alivio del dolor. Los pacientes que reciben dosis mayores de 100 mg de morfina o equivalente al día tienen mayor riesgo de sobredosis. Cuando se utilizan opioides en el tratamiento del DCNO, se debe reevaluar periódicamente su efectividad, y considerar la retirada gradual. Aspectos a reseñar : - Posibles indicaciones del tratamiento con analgésicos opioides en DCNO3 El tratamiento a largo plazo con opioides puede ser una opción para pacientes con dolor de espalda crónico, osteoartritis crónica y dolor neuropático crónico, siempre que hayan experimentado una reducción clínicamente significativa del dolor o del deterioro físico tras un periodo de prueba inicial. Para todos los demás tipos de DCNO el enfoque terapéutico deberá individualizarse, debido a la falta de evidencia científica. - No deben indicarse en las siguientes patologías : Cefaleas primarias (evidencia científica)4,5,6 Fibromialgia (evidencia científica)7, 8, 9, 10, En estos casos el tramadol solo o en asociación puede utilizarse durante un tiempo no superior a 4-12 semanas. Dolor asociado con trastornos funcionales viscerales (SII, EII)11, 12, 13, 14 Pancreatitis crónica (evidencia científica)15 ( no deben usarse los opioides durante más de 4 semanas. ) Dolor crónico como síntoma principal de trastornos psiquiátricos (depresión, trastorno somatomorfo, trastorno de ansiedad generalizada, trastorno por estrés postraumático) Uso indebido, abuso o adicción de analgésicos opioides (actual o pasado). Trastorno depresivo mayor y/o tendencias suicidas - La evidencia sobre la eficacia y seguridad de los opioides más allá de 6 meses es limitada16.,17,18 Además, en los ensayos realizados en este tipo de pacientes son muy frecuentes los abandonos de tratamiento, con porcentajes que oscilan entre el 20 y el 80%, atribuidos mayormente a los efectos adversos de los opioides y a falta de eficacia. Las revisiones sistemáticas que han abordado esta cuestión llegan a conclusiones similares: falta evidencia sobre su uso a largo plazo, así como de comparaciones entre ellos y frente a otras intervenciones (farmacológicas y no farmacológicas) que definan claramente el beneficio clínico neto, incluyendo resultados en la mejora de la funcionalidad19 La evidencia de la efectividad de los opioides a largo plazo es limitada, pero sí existe evidencia del incremento de riesgo de sufrir efectos adversos graves dosis-dependientes El uso de opioides en el tratamiento de pacientes con DCNO es un tema controvertido debido a lo que concierne al tema de eficacia, seguridad, y la posibilidad de adicción y/o abuso de estos fármacos 20. Puede ser adecuado cuando el dolor es intenso y continuo y no responde a otras terapias razonables En la actualidad los opioides no han demostrado un perfil beneficio-riesgo favorable a largo plazo en el DCNO por lo que las guías actuales no los recomiendan salvo en casos muy seleccionados --->Bibliografía importante relacionada con este tema : La agencia americana AHRQ21 ha publicado una revisión sistemática sobre las evidencias de los opioides en dolor crónico. Se han incluido 115 ECA y 40 estudios observacionales en los que se comparan los opioides frente a placebo y otros analgésicos no opioides como AINE, gabapentinoides y nortriptilina. En comparación con placebo en tratamientos cortos (estudios de duración menor de 3 meses) se observa un pequeño beneficio (menos de 1 punto en una escala de 0 a 10) en la mejoría del dolor y funcionalidad, beneficio que se atenua con un seguimiento más prolongado (3 a 6 meses) y que se ve contrarres tado por un mayor riesgo de efectos adversos a nivel gastrointestinal, así como somnolencia, mareos y pru- rito. En la comparación con otros analgésicos no opioides no se observan diferencias a corto plazo en la funcionalidad, ni mejora del dolor a corto plazo, sin embargo, los opioides presentan mayor riesgo de efectos adversos En estudios observacionales la prescripción de opioides se ha asociado a riesgo de adicción, sobredosis, fracturas, caídas y eventos cardiovasculares; también se han relacionado las dosis altas de opioides con riesgo de depresión refractaria y alteraciones endocrinas22 Por otro lado, en un estudio clínico aleatorizado en el que se hizo seuimiento de pacientes con dolor crónico de espalda moderado o grave de artrosis de cadera o rodillas en el que se realizó una estrategia escalonada de inicio con opioides se asoció con mayor intensidad de dolor y sin diferencias en la funcionalidad frente a iniciar el tratamiento con fármacos no opioides, además de presentar una mayor frecuencia de efectos adversos23

A la hora de plantearnos el uso de opioides en el dolor crónico debemos de tener presente sus contraindicaciones Hipersensibilidad a los opioides. Antecedentes de efectos adversos graves o falta de eficacia en tratamientos previos con opioides. Enfermedad respiratoria severa (depresión respiratoria, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, asmabronquial). Obstrucción gastrointestinal. Insuficiencia hepática grave. Traumatismo craneoencefálico o hipertensión intracraneal. Trastornos convulsivos. Trastorno psiquiátrico agudo o riesgo de suicidio no controlado. Trastorno por consumo de alcohol o drogas no controlado. Pacientes en tratamiento con IMAO. Intoxicación aguda por alcohol, hipnóticos, analgésicos que actúan a nivel central u otros psicotrópicos. Uso inadecuado de otros fármacos. Embarazo o lactancia.