La participación psicológica en el dolor se comprende en cuanto que el fenómeno doloroso puede entenderse como una experiencia fundamentalmente emocional en la que se distinguen dos componentes

1.-Componente  físico  :  sus  características  vienen  definidas por  el tipo  y la  intensidad  de la  sensación  experimentada  .

2.-Componente psicológico: configurado por  factores  de  índole  cognitivo  y  emocional   (ejemplo : personalidad de base, ingreso en un hospital,cronicidad  de los  episodios dolorosos ,  necesidad con que el paciente subjetiva su tratamiento, la importancia del acto quirúrgico y sus características, temor al dolor postoperatorio, etc.).

El influjo físico nociceptivo es regulado por sistemas de control central, facilitando o inhibiendo dicho influjo y, a su vez estos sistemas de control están relacionados con factores emocionales, cognitivos y motivacionales. De ahí que las características del dolor se encuentren determinadas por mecanismos psicológicos.

En cuanto a las reacciones de tipo psicológico ante el dolorr, éstas pueden ser de diferente índole y se corresponden con emociones tales como la angustia, miedo, depresión y aprensión, siendo resultado de una respuesta cortical al dolor.

  • Ansiedad:  Se  acepta  que  a mayor  ansiedad  mayor  dolor .  Sin embargo   , la  relación  ansiedad – dolor  no  está  clara  ya  que  son  muchos los  factores  susceptibles  de    modificar  dicha  relación   en uno  u  otro  sentido  (  ansiedad preoperatoria  , personalidad  y  características  del procedimiento  quirúrgico  y  anestésico).  Lo  que  sí  se   ha  comprobado  que   pacientes que  recibieron   técnicas   psicológicas  preoperatorias  experimentaron  menos  dolor  postoperatorio
  • Depresión :  La depresión generada en algunos casos como consecuencia del dolor puede llevar al paciente a una menor demanda de analgésicos, comportando un mayor dolor, y en este acto de penitencia crear un aumento del estado depresivo
  • Miedo.
  • Trastornos del sueño y trastornos de conducta :  La intensidad del dolor aumenta el estrés ocasionado por este cúmulo de circunstancias adversas pudiendo dar lugar a insomnio y trastornos de la conducta manifestándose en actitudes de rechazo frente al entorno (personal facultativo y de enfermería, familiares), incluso desencadenando situaciones de agresividad y agitación en ciertos pacientes, sobre todo en los más jóvenes.
  • Delirio  : Hay  estudios  asocian  altos niveles de dolor con  el desarrollo de episodios de delirio en pacientes ancianos . En estos pacientes todas estas reacciones psicológicas pueden desembocar en un estado de postración o desorientación témporo-espacial. Se ha comprobado una disminución de la disfunción mental postoperatoria en los pacientes de mayor edad usando morfina intravenosa con sistemas de PCA. No se han encontrado diferencias en cuanto a la incidencia de episodios de delirio al comparar la P C A con morfina intravenosa y la PCA con morfina por vía epidural

 

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