A la  hora  de  estudiar los  betabloqueantes adrenérgicos debemos de tener presente cuáles son sus representantes .

Para poder  clasificarlos   se    ha  de tener en cuenta:

1) La característica diferencial más importante desde el punto de vista clínico es la cardioselectividad (tabla 1). Los betabloqueantes adrenérgicos  cardioselectivos tienen una afinidad mucho mayor por los receptores beta 1 (que se encuentran principalmente en el corazón, riñón y adipocitos) que por los beta 2 (que se encuentran principalmente a nivel bronquial, arterial, muscular, pancreático, hepático, etc.). Por esto son de elección en caso de patología bronquial, arterial, diabetes, etc. Pero hay que tener presente que su cardioselectividad es dependiente de la dosis y puede perderse a dosis altas.

2) Otra característica diferenciadora es su lipofilia (tabla 1). Los  betabloqueantes adrenérgicos lipofílicos se metabolizan en el hígado, por lo que sufren un metabolismo de primer paso que da lugar a una baja biodisponibilidad. Su vida media es más corta y atraviesan fácilmente la barrera hematoencefálica. Los BB menos lipofílicos escapan al metabolismo hepático y son eliminados por el riñón. Su vida media es más larga y atraviesan con más dificultad la barrera hematoencefálica.

3 ) Otra propiedad es la actividad simpáticomimética intrínseca, es decir, la capacidad que tienen algunos  betabloqueantes adrenérgicos de producir una respuesta agonista del receptor beta. Ello puede dar lugar a una menor caída de la frecuencia cardíaca y del gasto cardíaco (tabla 1). Además, algunos BB producen vasodilatación periférica por distintos mecanismos: bloqueo del receptor alfa (labetalol y carvelidol) o independiente de éste (nebivolol y bucindolol).

Tabla 1 .  Betabloqueantes 

 

 

 

ARTICULOS EN ESTA CATEGORÍA 0