El TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO DEL DOLOR es una de las posibilidades terapéuticas englobadas dentro del TRATAMIENTO CONSERVADOR PARA EL ALIVIO DEL DOLOR LUMBAR. La otra posibilidad es el  TRATAMIENTO NO FARMACOLÓGICO DEL DOLOR .

Este apartado proporciona información sobre el TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO DEL DOLOR LUMBAR en contraposición  al   TRATAMIENTO NO FARMACOLÓGICO DEL DOLOR LUMBAR

Cabe reseñar : 

1.-La elección del tratamiento farmacológico del dolor  debe ser lo más individualizado posible, teniendo en cuenta las características de cada paciente y los posibles factores de riesgo. Se debe basar fundamentalmente en la eficacia y la experiencia de uso, la seguridad, la necesidad y la utilidad, las características farmacocinéticas y el coste de los distintos fármacos. Se tiende a utilizarlos en la fase más aguda y durante periodos cortos para evitar sus efectos secundarios, siendo de eficacia escasa en el dolor crónico de espalda.

2.-Los grupos farmacológicos que se utilizan con más frecuencia en el tratamiento del dolor lumbar son el paracetamol, los  antiinflamatorios no esteroideos (AINE), los opioides ,  los  relajantes musculares , los anticomiciales  y los  antidepresivos, con evidencia dispar sobre su eficacia

  • El paracetamol es la medicación más segura y aceptable a  dosis  entre  500-1.000 mg/6-8  h  Se sigue recomendando como una opción farmacológica de primera línea para el dolor de espalda de cualquier duración debido a su eficacia y sus consideraciones de seguridad. (  ejm  : para el tratamiento del dolor lubar  agudo  . 1  )    No se ha establecido una diferencia clara al comparar con antinflamatorios no esteroideos ( AINEs ) 
  • Los antinflamatorios no esteroideos (AINEs) son la medicación más prescrita (en el 70-80% de los pacientes con lumbalgia en algún estudio) y son útiles si se descartan las contraindicaciones gastrointestinales y renales .Los AINE pueden aliviar el dolor agudo de espalda, pero para su uso a largo plazo es recomendable hacerlo bajo supervisión médica para valorar sus peligros23
  • La guía europea4 recomienda la utilización de opioides menores (opioides débiles,opiodes de potencia intermedia  )    en pacientes que ya estén tomando dosis adecuadas de paracetamol o  antinflamatorios no esteroideos (AINEs). Los opioides menores no han mostrado eficacia para disminuir el dolor, mejorar la capacidad funcional ni la calidad de vida en el tratamiento de lumbalgia aguda. Los opioides menores producen mayor disminución del dolor y de la incapacidad que el placebo en personas con lumbalgia crónica. No hay estudios que evalúen la eficacia de los opioides mayores  (vía oral, parches) frente a los menores en la lumbalgia aguda y crónica. Los efectos adversos más frecuentes con los opiáceos menores son náuseas, mareo, somnolencia y cefalea
En la  actualidad no se recomienda, la administración de  opioides mayores  ni opioides menores (opioides débiles,opiodes de potencia intermedia  )   en la lumbalgia aguda como tratamiento inicial. En pacientes con lumbalgia agudalumbalgia crónica que no responden a paracetamol y AINE, pueden utilizarse y/o asociarse opioides menores de manera pautada
  • Los relajantes musculares solos no son más recomendables que los AINE y tiene efectos secundarios, como somnolencia en el 30% de los pacientes , hipotonía, vértigos, astenia, hipotensión) e interacciones con otras sustancias (benzodiacepinas, alcohol, etc.)5   Si la lumbalgia aguda persiste tras iniciar tratamiento con paracetamol o AINE a intervalos regulares, se debe valorar la asociación de un miorrelajante de tipo no benzodiacepínico. Los miorrelajantes no benzodiacepínicos son más eficaces que el placebo para reducir el dolor en el tratamiento de la lumbalgia aguda. La evidencia para los fármacos benzodiacepínicos es menos consistente. No hay evidencia de que los miorrelajantes sean más eficaces que los AINE en el tratamiento de la lumbalgia aguda durante un periodo corto de tiempo6
  • No se recomiendan los antidepresivos en la lumbalgia aguda. Se ha demostrado que las dosis bajas de ciertos tipos de antidepresivos (especialmente los tricíclicos como la amitriptilina) alivian ciertos tipos de dolor de lumbalgia crónica de forma independiente del efecto sobre la depresión. Todavía no se comprende por completo su mecanismo analgésico. Generalmente, su efecto es moderado y empieza a aparecer después de una semana aproximadamente del inicio de su administración, pero su alivio máximo puede tardar en llegar varias semanas
  • Muchos médicos recetan un ciclo corto de corticosteroides orales para un brote agudo o un episodio de dolor lumbar. Por lo general, se usa una dosis decreciente de metilprednisolona (   Ejm  metilprednisolona por vía oral, su  dosis se reduce durante 6 días, comenzando con 24 mg diarios y con descensos de a 4 mg al día )  o prednisona. El atractivo es la alta potencia de los efectos antiinflamatorios y la corta duración (días) del tratamiento, con pocas contraindicaciones. Sin embargo, faltan datos sobre su eficacia

2.- El tratamiento del dolor  debe estar orientado hacia el diagnóstico específico de cada paciente

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